La vida de un Mariachi siempre está plagada de momentos muy especiales, momentos que se comparten con otras personas que tal vez las vean por una vez en su vida y que jamás vuelvan a cruzarse en su camino, pero que en cada ocasión que llevan serenata siempre dejarán marcado en la memoria un momento muy especial en aquella gente, el momento en el que comienza a escucharse la trompeta, el violín, el bajo y las guitarras y la entonación de una canción que se les ha pedido cantar con el sentimiento que caracteriza el canto del Mariachi.
Los Mariachis tocan la música y su cantar hace que todos los escuchas disfruten esa melodía tan especial con dedicatoria, con dedicatoria hacia una persona, que ni esperaba y que seguramente sería sorprendida de la forma más dulce.
De esos momentos vive el Mariachi, todos los días, llevando un mensaje a través de la música, un mensaje especial que llega hasta el corazón.
Así se la vive el Mariachi en la Ciudad de México, de serenata en serenata llevando un mensaje de amor directo al corazón de las personas.